Ahora, los propietarios de iPhone pueden enviar mensajes multimedia entre dispositivos iOS mediante iMessage. Esto preserva la calidad del vídeo grabado en la mayoría de los casos, especialmente cuando se envía un iMessage por una red Wi-Fi.
A veces, cuando se envía vídeo a un teléfono que no es iOS, o cuando iMessage no está disponible, los mensajes se transfieren mediante mensajes de texto estándar o MMS (servicio de mensajería multimedia). A diferencia de iMessage, que pasa por los servidores de Apple, el MMS tiene limitaciones estrictas de tamaño.
Según la versión de MMS que se utilice, las limitaciones de tamaño pueden ser de 300 o 600 KB. Esto significa que el vídeo que se envía se comprimirá antes de la transferencia, reduciendo su calidad. Los operadores inalámbricos también pueden comprimir el archivo antes de transferirlos mediante MMS.
En función de las capacidades del dispositivo que recibe el vídeo del iPhone, el archivo transferido puede aparecer comprimido, bloqueado y borroso después de recibirlo. La mejor manera de transferir vídeo fuera de iMessage es utilizar el correo electrónico, que preservará la calidad del vídeo.