Noruega está estudiando nuevas obligaciones que establezcan una edad mínima de 15 años para utilizar las redes sociales, una elección que debería permitir proteger a los menores de contenidos nocivos, de la influencia de algoritmos y de la posible alienación que esto supone.
El territorio de la península escandinava ya tiene límites para menores de 13 años pero más de la mitad de los niños de 9 añosel, 58% de los de 10 añoseyEl 72% de los mayores de 11 años, están presentes en las redes sociales según una investigación de la Autoridad de Medios de Noruega. El Gobierno ahora ha prometido introducir salvaguardias para evitar que los más jóvenes eludan las restricciones de edad, incluida la modificación de la Ley de Datos Personales, que significará que se debe tener al menos 15 años para utilizar las redes sociales, permitiendo que las plataformas utilicen datos de menores y obligándolos a utilizar Sistemas de verificación de edad.
«Estamos enviando una señal bastante fuerte», dijo explicado El primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre. “Es necesario proteger a los niños del contenido dañino en las redes sociales. Los grandes gigantes tecnológicos se enfrentan al cerebro de los niños. Sabemos que se trata de un desafío difícil porque hay grandes fuerzas en juego, pero también aquí se necesita política».
En abril de este año, la ministra de la Familia, Kjersti Toppe, presentó la propuesta de introducir límites de acceso para los niños a plataformas como TikTok, Instagram y Snapchat, subrayando que la mitad de los niños de nueve años utilizaban activamente estas redes sociales. con todo el contenido nocivo y posible enajenación que ello conlleva”.
Algunas plataformas tienen límites de acceso para menores, pero los niños logran saltarlos y crear perfiles. Entre las posibles propuestas comentadas anteriormente destaca la posibilidad de exigir la identificación del usuario a través de BankID, una app específica para la identificación digital.
El primer ministro reconoce que en algunos casos las redes sociales pueden ofrecer apoyo a los niños solitarios, pero también explica que el crecimiento de la personalidad no puede estar en manos de algoritmos y redes sociales que sugieren pasivamente estilos de vida.
Las obligaciones específicas también permitirán a las familias evitar presiones para autorizar su presencia en las plataformas: muchos padres no pueden decir no a sus hijos y reglas impuestas desde arriba, con ciertos sistemas de identificación, también podrían ser útiles para las familias.